Empezamos en el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), un cardiólogo y un científico especializado en aprendizaje automático para la aplicación de este lenguaje a la cardiología. Trabajamos juntos, día y noche, para intentar responder a la pregunta: ¿podemos prevenir las enfermedades del corazón?

Examinamos la tecnología disponible. Vimos formatos de ECG patentados por los proveedores que creaban silos de datos y limitaban los análisis más profundos. Vimos software integrado en dispositivos con una potencia de procesamiento limitada y que eran demasiado rígidos para manejar problemas novedosos. Vimos cómo los enfoques de aprendizaje automático fracasaban en la práctica clínica.

Vimos la necesidad de un tipo de tecnología diferente, una plataforma que reuniera la experiencia clínica, de ingeniería y de datos para impulsar nuevas olas de innovación. Por eso fundamos Idoven.