En el último post vimos que después de un infarto es posible y recomendable volver a la actividad deportiva. Es importante que esta vuelta se realice de una forma progresiva y controlada. Hoy os hablaremos de cómo retomar el deporte de forma segura.
Actualmente, gracias a los programas de rehabilitación cardíaca o de ejercicio programado que se indican por parte de los profesionales sanitarios tras sufrir un infarto, los pacientes realizan un plan de ejercicio físico controlado que se inicia de forma temprana. Con ello mejoran su capacidad física, refuerzan su estado psicológico, disminuyen la probabilidad de presentación de angina y de arritmias y ayudan a la normalización de la vida social, laboral y sexual reduciendo la mortalidad global de estos pacientes.
La vuelta a la actividad física tras un infarto debe realizarse siempre de forma debe hacerse siempre de forma progresiva progresiva, especialmente durante los primeros meses. Para que el plan se adapte a cada paciente, antes deben realizarse pruebas para conocer el estado del corazón tras el infarto:para este tipo de controles siempre recomendamos nuestros servicios de cardiología deportiva profesional a distancia..
La aptitud para la práctica deportiva en pacientes que han sufrido un infarto viene dado por el riesgo de sufrir un nuevo episodio isquémico agudo, que deberá ser evaluado por el cardiólogo.
Así, actualmente se considera que los pacientes con infarto agudo de miocardio no complicado son los candidatos ideales para la , movilización precoz que podría comenzar el primer día en el hospital:
Debería ser una actividad isotónica, de baja intensidad (como puede ser el aseo). La frecuencia cardíaca en esa movilización precoz debe controlarse y no superar los 120 lat/min o aumentar por encima de 20 latidos los basales del paciente si está tomando alguna medicación para el corazón. Posteriormente, el paciente, al abandonar el hospital hacia los 7 a 14 días, debe aumentar gradualmente el nivel de actividad física: pequeños ejercicios en los que participen grupos musculares de brazos, piernas y tronco. El mejor ejercicio físico es caminar de forma gradual distancias cada vez mayores.
Cuando el paciente ya realiza pequeños paseos, se puede pensar en realizar pruebas específicas que permita valorar la situación clínica del paciente y ayude a estratificar su riesgo. Sólo después de esta valoración y la posible corrección o tratamiento que precise, puede comenzar a aumentar de manera progresiva y controlada la actividad física que le produzca los beneficios previamente señalados.
Como conclusión, las recomendaciones actuales señalan que los pacientes deportistas o atletas con enfermedad coronaria asintomática en los que las pruebas realizadas por el cardiólogo después de la fase inicial, sean negativas para repetir un evento isquémico, pueden participar en todos los tipos de programas de ejercicio, incluidos los deportes competitivos, siempre con precaución, control y medición.
Se deben aplicar excepciones para los deportes de potencia y resistencia de alta intensidad,,así como para deportistas o pacientes con más de 60 años.
Desde IDOVEN queremos ayudar a profesionales del deporte y pacientes a una vuelta progresiva a la actividad física de forma segura.
Si necesitas más información sobre nuestros servicios no dudes en contactarnos en el mail contact@idoven.ai